Arion y los demás lograron entrar en el banquete de los cerezos de Nobunaga Oda gracias al ingenio de Toukichiro Kinoshita, y consiguieron llamar la atención del señor feudal con fútbol en vez de con bailes. Pero Beta los acusa de querer atentar contra la vida de Oda, así que son hechos prisioneros. Cuando éste les interroga, Riccardo intenta convencerlo de la verdad.