Maggie cree que su relación con Mike va viento en popa y que quizá por fin haya encontrado al hombre de su vida. Sin embargo, Mike prefiere marcharse a Murmansk para colaborar con Greenpeace. Por otra parte, Maurice decide trasladar hasta Alaska la casa en la que creció en Oklahoma, sin sospechar la cantidad de recuerdos y de nostalgia que le provocará el viejo edificio. Mientras tanto, Shelly pretende redecorar el Brick, poniendo de los nervios a Holling.