Un incendio comienza en el bosque y Donnie es marcado como culpable; Eliza deberá convencer a los animales de que no fue el pequeño y ayudarlos a que estén seguros. Mientras tanto, Marianne y Nigel encuentran refugio en una cueva cercana, solo para perderse en su interior. Debbie y Sophie ayudan a los aldeanos a apagar el fuego, mientras que aprenden sobre los verdaderos padres de Donnie.