Desde aquí convocamos a compatriotas y compatriotas; les enviamos un plácido saludo. Ante el riesgo de este capítulo se confunda con el de Payaso criollo, informamos que es mucho más profundo y trascendental –nos referimos al de Payaso, por supuesto–. La política criolla está plagada de verdaderos personajes del humor… de ese que alcanza a doler. Pero eso es lo que hay, así que no demos más vueltas y hagámosle, concentrados, en lo que aparece en este capítulo, que nos incumbe tanto: la política.