La quema de Judas llegó desde la Península durante el proceso de colonización, arraigando en numerosos lugares del Archipiélago. En Taganana se reserva a los varones la elaboración del machango, permitiendo a las mujeres la elección de ropa en desuso. La originalidad del Judas de Taganana radica en el peculiar ensañamiento con el símbolo de Judas, asociado a la embriaguez y la castración.