Isla de Tenerife. En las tierras de Daute, al norte de la isla, se sitúa Garachico. Durante casi un siglo, el cultivo de la caña de azúcar fue uno de los pilares para el desarrollo económico de la zona. Carlos Acosta hace referencia a la prosperidad que tuvo Garachico en sus años dorados. En 1706, la erupción de un volcán relegó la villa al olvido. El carácter de sus gentes, que ha permitido superar las adversidades, queda reflejado en sus celebraciones populares, como es el caso de las fiestas lustrales del Cristo de la Misericordia.