Hay un alfiler maldito convierte a quien se lo pone en un vampiro y, si el alfiler es untado con sangre, posibilita a su usuario viajar en el tiempo. Su nueva dueña es una mujer que trata de vampirizar a un hombre, y los protagonistas matan a la vampiresa, pero el hombre escapa al pasado, hacia donde Micki y Ryan lo siguen, encontrándose con Abraham, un escritor, que pudo haber sido Bram Stoker.