El arte del Renacimiento tuvo su origen en Italia, donde la arquitectura, escultura y pintura iniciaron en el siglo XV la búsqueda de un arte nuevo. Europa vivía el fina de la Edad Media y no fue hasta el sigo XVI cuando los países más vinculados a Italia empezaron a asimilar los conceptos y formas renacentistas. El nuevo arte, de tendencia idealista, fue la expresión del Humanismo. El optimismo generado por el conocimiento se vio recompensado por descubrimientos que van desde la imprenta hasta la redondez de la tierra.