Kato intenta usar el poder de Yukari para despertar a Masakado, pero el espíritu se niega a ser invocado. Como último recurso, Kato infunde sus energías oscuras en Yukari para dejarla embarazada y producir un descendiente con aún más poder espiritual que ella, y usarlo así para invocar forzosamente a Masakado. Yasunori abandona entonces la ciudad, y los cultistas de Hirai encuentran a la joven, llevándola de vuelta. Inadvertidamente, Yoichiro enloquece momentáneamente y viola a su hermana en un acto de incesto. El emperador Meiji fallece, terminando el período Meiji, y Hirai realiza seppuku para adivinar el año de la destrucción de Tokio: el año del cerdo. Diez años después, en 1923, Kato envía terremotos creados por él desde Dalian, en China, y vuelve a Japón para secuestrar a Yukiko Tatsumiya, la hija de Yukari. Su primer intento de capturarla es interrumpido por Kamo, lo que pone sobre aviso al clan Tsuchimikado. Al intentar llegar hasta ella, Yasunori es detenido por Kamo y Rohan, y un hechizo Kimon Tonko se despliega para detener al onmyoji, que queda aprisionado dentro. Kato invoca a sus shikigami para encontrar la salida, mientras que Kamo realiza kuji-kiri para desorientarlos, aprisionando finalmente a Kato. Sin embargo, dado que Yukiko también ha quedado atrapada eternamente con Kato, Rohan y Narutaki confrontan a Kamo, quien está dispuesto a sacrificar a la niña con tal de neutralizar a Yasunori, y rompen el sello del conjuro y Kato y Yukiko son liberados. Sin más alternativas, Kamo se enfrenta a Kato, pero Yasunori acaba con él de manera cruenta. Habiendo superado todos sus obstáculos, Kato lleva a Yukiko a la tumba de Masakado y trata de despertar al espíritu, pero de nuevo Masakado se niega, y su sombra aparece en el lugar para encarar a Kato. Furioso al no poder manipularle, y herido por el wakizashi mágico de Kamo, Kato intenta invocar a Masakado forzosamente, pero éste responde fulminando al onmyoji con un rayo. Las consecuencias del ritual dan lugar al gran terremoto de Kantō de 1923.