Gregorio vuelve a ser acogido por Carlos y Pablo. La pareja, tras su incidente con los jóvenes ninis que les limpiaron la cuenta, se encuentran en un momento delicado de ánimo. El que hayan tenido que coger trabajos extra para reponer el fondo para la adopción, no ayuda precisamente al acercamiento de la pareja, sobre cuyas cabezas sobrevuela la crisis. Los cuatro hermanos andan atareados con sus cosas, sumidos en sus mundos, y a todos se les pasa el cumpleaños de Gregorio. Nadie ha comprado un regalo para su padre por lo que deciden sumarse a un regalo de emergencia propuesto por Goyito, que no se trata si no de uno de esos paquetes cutres que permiten realizar actividades y que ha ido pasado de mano en mano entre los hermanos en diferentes eventos/celebraciones.