Hace 20 años, cuando Gerardo (Dario Barassi) , Alvaro (Nicolás Maiques), Sebastian (Juan Guilera) y Elvidio (Juan Paya) tenían 10 años, invocaron un espíritu que dijo ser Jesús, en una sesión de “El juego de la copa”. Por accidente la copa se partió, y el espíritu quedó atrapado en el cuerpo de Román (Carlos Kaspar), el tío de Alvaro, que se encontraba durmiendo en el sillón de la casa. Los chicos guardaron, con ayuda del Padre Luis (Alejandro Paker) y Guido (Emanuel Arias), los fragmentos de la copa en el cofre de la sacristía de la iglesia del barrio.