El hip-hop es lo que mueve a Mongolia en el siglo XXI. Mongolian Bling da un salto hacia la floreciente escena musical de la capital, Ulán Bator, y sigue a las estrellas rapeando por toda la nación con sus mujeres, autos y joyas ostentosas. Pero más allá de la ostentosidad, hay una democracia fallida y una cultura antigua moribunda que los más viejos añoran.